Cada vez son más las personas que se inclinan por dejar de lado el ladrillo y comprarse una casa prefabricada o modular. La rapidez de la instalación y el bajo coste están detrás de quienes se decantan por este tipo de viviendas. Pero, ¿se financian igual que las viviendas tradicionales?, ¿cuáles son sus principales particularidades?
Viviendas prefabricadas o modulares
Una de las principales dudas que asaltan a quienes se deciden a comprar una casa prefabricada es si ésta podrá ser financiada. En el mercado existen varios productos financieros con los que se puede acometer la compra de una vivienda de este tipo: préstamos hipotecarios, préstamos autopromoción y préstamos personales.
Eso sí, para que la vivienda pueda ser hipotecada debe cumplir varios requisitos:
Que el terreno sobre el que se construya sea urbano.
Que exista un proyecto de obra visado por un colegio de arquitectos y licencia municipal.
Que la casa esté anclada al suelo de forma consistente.
Que la vivienda pueda registrarse correctamente en el registro de la propiedad.
Aquellas viviendas que se construyan sobre suelos rústicos y no puedan registrarse como viviendas en el registro de la propiedad, también podrán obtener financiación aunque no mediante un préstamo hipotecario, sino mediante un préstamo personal. Y es que, en ese caso, la entidad considerará la vivienda como un bien mueble y no como un bien inmueble.
La mayoría de las empresas especializadas en este tipo de viviendas tienen firmados convenios de financiación con distintas entidades bancarias. Estas firmas, además, se suelen encargar de todos los trámites de la financiación.
Los préstamos autopromotor o autoconstrucción
Entre las opciones de financiación que existen para comprar una vivienda modular, sin duda, los préstamos autopromotor o autoconstrucción son los que más se ajustan a las necesidades de quienes se construyen una casa, en este caso, prefabricada (también son aconsejables para la construcción de una casa tradicional).
Este tipo de préstamos hipotecarios guardan alguna que otra diferencia respecto a otras hipotecas:
Suelen ofrecer una financiación que va desde el 60 y el 80% del valor del terreno y de la vivienda que se quiera construir.
No se entrega todo el dinero en una sola vez sino que se realizan abonos a medida que la obra va avanzando. De esta forma, y conforme el titular del préstamo va certificando la obra (y lo verifica un tasador del banco) la entidad le va entregando el dinero con un periodo de carencia en la amortización del préstamo.
Varias son las entidades que ofrecen hoy en día préstamos autopromotor. Una de ellas es Bankia que a través de su Préstamo Autopromotor ofrece al titular del mismo disponer de hasta 3 años para financiar la construcción de su vivienda, periodo durante el cual irá recibiendo el dinero del préstamo a medida que vaya avanzando la obra.
Una vez finalizada la vivienda, el cliente dispondrá de hasta 20 años para amortizar el préstamo. El importe máximo de financiación es del 80% del valor de la inversión (incluido la adquisición del solar). Este préstamo se puede contratar a un tipo de interés fijo o variable. En este último caso, durante el periodo de ejecución de la obra, el interés será fijo y a partir de su término será variable, revisándose en función del Euribor más un diferencial.
Oficinadirecta.com, entidad online del grupo Banco Popular, también cuenta con una Hipoteca Autoconstrucción. Para su concesión es imprescindible domiciliar unos ingresos mínimos de 2.500 euros netos al mes, domiciliar al menos dos recibos básicos, contratar una tarjeta 4b y una tarjeta Visa y contratar un seguro de vida y un seguro de hogar.
Esta hipoteca también se adapta al ritmo de construcción de la vivienda. Inicialmente se firma por el importe total que el cliente estima que va a necesitar. La financiación máxima que ofrece es del 60% del valor del proyecto de obra. Mientras se construye, el cliente dispondrá de hasta 24 meses para ir utilizando el dinero a medida que lo vaya necesitando, pagando únicamente intereses y solo por la parte del crédito que haya utilizado.
Destinado también a la construcción de una vivienda se comercializa la hipoteca de Novanca que ofrece una financiación máxima del 80% del valor de tasación o compraventa (el menor de ambos) y un plazo de amortización de hasta 30 años. La comisión de apertura se negocia con la entidad y se ofrecen condiciones de financiación preferente si se contrata un seguro de vida. Entre los requisitos para obtener esta hipoteca figura contar con una cuenta corriente en la entidad.